Dejé mis ojos llegando la luna
y estrellas fanáticas de la noche
que jugaban a bailar entre sueños.
Vieron levantarse de entre la nada
al alba que misteriosa y arrogante
besaba sus mejillas...
al mirar el horizonte
calurosamente encontraron
la mano amiga
que siempre los acompaña,
tu mano, tu sonrisa, tu llanto,
tu amistad.
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